Category Archives: Cavilaciones

Pensamientos y análisis en algunos temas, siempre, según mi óptica

Atrapados en este Mundo

Hubo un pensador, uno grande, que una vez dijo que la muerte de un hombre es una tragedia pero la de millones una estadística. El tipo no me hubiera caído bien, pero sus palabras no dejan de ser verdad.

Igual que todo en la vida, los grandes problemas dependen del lente y cercanía a los mismos. Los que estamos lejos del problema lo vemos como algo surreal, que no nos afecta pero que tememos a tal grado de ocultar nuestra humanidad. Los que sufrimos el problema lo sentimos como una dentellada al alma que el destino arranca y escupe después de magullarla. Los que estamos de frente sufrimos la más grande tragedia, en donde teniendo el conocimiento y el deseo, no podemos resolver quebrándose nuestro ser en pedazos de impotencia.

Estamos atrapados en este Mundo, uno en donde las leyes de la naturaleza imponen que algún día deberemos partir y dejarlo. Tememos ese día y ese temor primitivo nos impulsa, de manera desmedida, a buscar un asiento en un futuro, un futuro que no nos pertenece pero del cual somos artífices. Vivimos temerosos, más preocupados en juzgar nuestro trabajo que en hacerlo y eso nos hace perder la perspectiva.

La vida, tal y como nos fue dada, no es más que una pequeña parte en la escala de una obra universal. Nuestros padres nos dieron un pasado para que nosotros creemos un futuro y algo más. El presente es nuestra paga, una muy buena si se sabe aprovechar.

La vida en este Mundo va a continuar. Con o sin nosotros a guisa individual. Si queremos acceder a la eternidad tiremos el lastre del temor y no vivamos de manera individual; colaboremos en formar un futuro que nuestra especie pueda aprovechar. Pues en el ser de nuestros hijos nuestra vida correrá y al formarlos debidamente, con sensatez y humanidad, estaremos logrando la inmortalidad.

f. Un Amigo

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Ann Druyan, viuda de Carl Sagan

“Cuando mi esposo murió, debido a su fama y por ser no-creyente, mucha gente se me acercaba -todavía sucede- y mi preguntan si Carl había cambiado al final convirtiéndose en un creyente en la vida después de la muerte. Con frecuencia también me preguntan si espero verlo de nuevo.

Carl enfrentó su muerte con incansable coraje y nunca buscó refugio en ilusiones. La tragedia es que sabíamos que nunca volveríamos a vernos. No espero volver a verlo. Pero, lo grandioso es que cuando estuvimos juntos, por veinte años, vivimos con auténtica consciencia de lo corta y preciosa que es la vida. Nunca trivializamos el significado de la muerte pretendiendo que era otra cosa más que una despedida final.

Cada pequeño momento que compartimos era milagroso -no en el sentido de lo inexplicable o sobrenatural. Sabíamos que éramos beneficiarios de la casualidad… que la casualidad podía ser tan generosa y amable… como para encontrarnos, así como Carl lo describió tan bellamente en Cosmos, en la vastedad del espacio y la inmensidad del tiempo… que podríamos permanecer juntos por veinte años.

Eso es algo que me brinda alivio y es mucho más significativo… la manera en que él me trató y yo a él, y la manera en que cuidamos de nuestras familias mientras vivió. Eso es mucho más importante que la idea de volver a verlo. No creo que volveré a ver a Carl. Pero lo vi. Nos vimos. Nos encontramos dentro del cosmos y eso fue maravilloso.”

–Ann Druyan

Con todo el respeto y aprecio, tomé estas bellas palabras y las traduje. Espero haber captado bien su verdad.

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Anécdotas de un Pasado que Cuentan un Futuro

Al pensar en la realidad que estamos viviendo se me vienen algunos datos curiosos que han llegado a mis manos y que quise traer a colación. Todos son de dominio público pero me llamó la atención que nadie los ha sacado a la luz.

El primero de ellos vino de una conversación con mi amigo (imaginario) en la que me preguntaba si conocía algún hecho histórico similar al que estamos viviendo, una pandemia como el Covid19. Rápidamente le respondí que si, que entre 1918 y 1920 se dio la llamada Gripe Española.

– Recuerdo algo que leí de esa etapa de la historia –le dije.

Sentándose de inmediato mi amigo me conminó con la mirada a continuar.

– Según recuerdo algunos historiadores han sacado conclusiones que la Primera Guerra Mundial no la ganó nadie. Que fue la Gripe Española la que obligó a los bandos a terminarla. Los soldados no morían de guerra sino de gripe.

– Pero fue tan yuca esa tal gripe? Cómo se compara al Covid19? –me preguntó mi amigo.

– Mirá –le dije– creo que las cosas fueron mucho peor en esa época. Ninguna muerte es buena en ninguna época pero es necesario conocer la historia, en lo que se pueda, para tener criterio.

»La Gripe Española se dio cuando la población humana se estimaba en 1,600 millones de personas; se calcula que fallecieron entre 50 y 100 millones por su causa. Esto representaba alrededor del 5% de la población mundial de esa época o 50 mil personas de cada millón. Llevando ese dato a un nivel personal, de cada 20 personas que conocieras, uno habría fallecido de Gripe Española.

»Según el estudio “Tamaño de Redes Personales” realizado por McCormik-Salganik-Zheng de la Universidad de Princeton, el tamaño promedio de una red es de 610 conocidos. Tomando la tasa que te mencioné anteriormente, una persona normal habría sido conocido con al menos 30 de los fallecidos.

»Para que comparemos, actualmente la población mundial es de 7,600 millones de personas. A este día, se estima que han fallecido alrededor de 355 mil personas en todo el mundo. Esto es el 0.0047% que representan 47 personas por millón. Si lo llevamos a nivel personal es 1 persona entre 21,000 conocidos.

– Ahhh! –me interrumpio mi amigo– entonces esto del Covid19 no está tan yuca. Los números son mucho menores… entonces, cuál es el motivo de tanta cuarentena?

Esto si esta raro, pensé para mis adentros. Mi amigo es imaginario, vive adentro de mi cabeza y, aún así, se queja de la cuarentena.

– Detenete –le dije– fijate bien que hice hincapié en las salvedades “a este día” y “estima” en mi frase anterior. Esto es muy importante para entender la realidad según mi criterio.

»Con la salvedad “a este día” me refiero a que la situación actual está en curso, es decir, no ha finalizado. No sabemos cuál será la cifra final. Esto puede ser tan optimista como que aumentara en una pequeña fracción o tan pesimista como que aumentara por orden de magnitud.

»Todo apunta a que la cantidad de fallecidos por día va disminuyendo en un buen número de países pero aún así dista de ser cero. También en otras regiones, especialmente en América Latina, la cantidad va en aumento. Pensaría que, al dedómetro, la cantidad final será el cuádruple de la actual. Esto no tiene ningún sustento estadístico pero en aras de continuar con la plática podemos basarnos en ello.

– Eso cambia los números –me dijo mi amigo– y lo hace para mal. Cuadruplicando los valores llegaríamos a tener 1.4 millones de fallecidos lo cual nos dejaría con 0.0188% o, a nivel personal, con 1 persona fallecida por cada 5,300 conocidos. Yo no conozco a tanta gente.

Pero si vos solo me conocés a mi, pensé para mis adentros.

– Ahora bien –continué– retomando ahora la palabra “estima” me quiero referir al hecho que las cifras que se tienen no son las más confiables. Hay muchos gobiernos que esconden el número de fallecidos, otros que no pueden contabilizar por falta de pruebas, otros que están tan abrumados que solo entierran, etc. A esto también hay que ponerle un factor que, con fines de esta conversación, estimaré también en 4.

– Órale, esto si se pone peludo –me respondió mi amigo. Me estas diciendo que tendremos 0.0752% de fallecidos?, lo cual representaría un total de 5.7 millones de personas en el mundo. Es decir, que a nivel personal se tendría 1 fallecido en un grupo de 1,300 conocidos. Pero quién tiene 1,300 personas conocidas?

– Amigo –le respondí– tu pregunta la tengo que responder en dos partes. La primera es que tenés razón, desde el punto de vista de la especie, el Covid19 no es tan mortal como la Gripe Española. La segunda me gustaría respondértelo con una frase: “La muerte de un hombre es una tragedia. La muerte de millones es estadística“. Es tu caso particular, si yo soy ese uno, perdés a tu único amigo.

El silencio a continuación fue sumamente incómodo.

Estando en ese silencio caí en cuenta de otros datos, un tanto más mundanos pero importantes en fin. Decidí mantener el silencio para ordenar mis ideas.

… continuará.

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El Respeto a la Ley

Mucho se ha escrito alrededor de qué es lo que nos ha llevado, como especie, a ser la dominante del planeta. Algunos han argumentado ventajas físicas como el pulgar oponible y el tamaño del cerebro, entre otros. Hay muchos otros argumentos muy interesantes, pero, a mi juicio, no terminan de explicar las diferencias tan marcadas entre el homo sapiens sapiens y el resto del reino animal.

Esa era una de mis dudas hasta que tuve la oportunidad leer el argumento de la “capacidad de contrato”. Trataré de explicar el argumento en mis siguientes líneas.

La mayor parte de animales superiores en nuestro planeta mantienen sus comunidades basados en lazos de sangre, oportunismo y colaboraciones temporales. Este tipo de comunidades tienen en común su bajo número de integrantes y basan su comportamiento en reglas naturales. Dentro de ellas es un cabeza-de-grupo quien se encarga de manejar el orden.

Todos los participantes de esas pequeñas comunidades escuchan al cabeza-de-grupo y acatan sus órdenes. Cualquiera que no lo haga es rápidamente sometido a través de la fuerza bruta, expulsado del grupo o, en el peor de los casos, muerto.

Nuestras comunidades antiguas tenían las mismas características animales. La situación empieza a cambiar cuando los humanos generaran un leguaje más complejo capaz de definiciones abstractas. Fue en esas etapas de nuestra formación que surgen, como algunos ensayos lo sugieren, las voces de los dioses que gobiernan el albedrio humano.

Aparentemente es en esta etapa donde se empieza a tener en consideración lo que los muertos dicen y ya no solamente se obedece al cabeza-de-grupo de turno por su fuerza, sino que también por ser considerado depositario del conocimiento de los anteriores. Aparentemente este mismo mecanismo es de donde surgen los primeros atisbos de las religiones tal y como se conocen.

Es en esta etapa donde las comunidades empiezan a crecer hasta convertirse en pueblos. Los pueblos ya no pueden ser manejados directamente por un cabeza-de-grupo y el cambio más importante es que ya no existe un lazo directo entre la totalidad de habitantes y el cabeza-de-grupo. Se hace necesario crear mecanismos para llevar el orden sin la participación directa del cabeza-de-grupo. Es decir, surge la necesidad de la Ley.

La Ley como tal es una serie de reglas y normas que regulan la conducta de los habitantes de una sociedad. Es bajo el amparo, y ejemplo, de la Ley que empiezan a surgir los contratos que no son mas que acuerdos en donde las partes se comprometen a cumplir una serie de condiciones.

Es a partir de la creación de los contratos que los humanos empiezan una carrera ascendente en su dominio de la naturaleza ya que con ellos se logran especializaciones, previsiones y colaboración más allá de los lazos de sangre. Es a partir de este momento en que la ecuación “1 + 1 > 2” se vuelve realidad.

Al final, la tesis que aquí se maneja es que la capacidad de contratar, la capacidad de cumplir acuerdos sustentados en una entidad abstracta, es lo que nos ha permitido avanzar como especie. Negarse a cumplir la Ley, que a mi juicio es el principal contrato, es un retroceso y negación de los saltos evolutivos de la sociedad humana.

Es nuestro deber hacer entender a nuestros padres, hermanos e hijos que el cumplir la Ley no es una opción, es una necesidad. No vamos a poder avanzar si no cumplimos el principal contrato y para crear una mejor nación, una que sobresalga, una que avance, no lo lograremos a través de animaladas o vivianadas. Es el momento de cambiar, es el momento de avanzar.

Veo una necesidad imperante de conocimiento de la Ley. No lograremos cumplir y hacer cumplir la Ley si no la conocemos. Creo que es el momento adecuando de solicitar que se refuerce en el currículo de educación media una materia que detalle derechos, responsabilidades y obligaciones contempladas por las leyes primarias. También considero necesario explicar las funciones del sistema judicial.

Ninguna de las ideas aquí expuestas es propia sino mas bien parte de lecturas que quiero compartir. Mi único aporte es traerlas, unirlas en este escrito y tratar de acoplarlas a nuestra realidad.

Estimado lector, si hay llegado hasta aquí le sugiero leer The Origin of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind por Julian Janes. Tambien Sapiens: A Brief History of Humankind por Yuval Noah Harari.

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